Robo de diseño: Prada copia sandalias tradicionales indias

Las sandalias planas para hombre de Prada, presentadas la semana pasada en la Semana de la Moda de Milán, se llaman “sandalias de cuero”. Sin embargo, estas aparentemente inofensivas zapatillas de verano están plagadas de controversia. La industria de la moda india, el sector artesanal y políticos critican que el diseño es una copia de las tradicionales “chappals kolhapuri”, por la ciudad de Kolhapur, en el estado occidental indio de Maharashtra.

Estas sandalias hechas a mano se remontan al siglo XII. Prada aún no las ha comercializado, pero se lanzarán al mercado como modelo de lujo, quizás por más de 1.000 euros. Las auténticas sandalias cuestan, en los mercados locales, unos diez euros.

Prada reconoce

Tras una protesta en redes sociales, la Cámara de Comercio de Maharashtra instó a la casa de moda italiana a reconocer el origen indio del diseño.

Y, de hecho, Lorenzo Bertelli, gerente de sostenibilidad de Prada e hijo de los fundadores de la compañía, respondió por escrito. Según la agencia de noticias Reuters, en la carta ponía: “Reconocemos que las sandalias están inspiradas en la artesanía tradicional india, que posee una rica historia cultural”.

Bertelli añadió que el modelo aún se encuentra en fase de diseño y es posible que nunca esté disponible para la venta. Sin embargo, Prada se compromete a diseñar de forma responsable, fomentar el intercambio cultural y dialogar con las comunidades artesanales locales para reconocer debidamente su trabajo, como ya lo ha hecho en colecciones anteriores.

No es el primer caso de apropiación cultural

El robo de diseños y apropiación cultural generan debates frecuentes en la industria de la moda. El diseñador británico Paul Smith ya fue objeto de críticas en 2014: sus brillantes sandalias negras, apodadas “Robert”, se parecían mucho a las tradicionales sandalias peshawari de Pakistán, pero eran unas 20 veces más caras que las originales.

Tras las críticas masivas en redes sociales y una petición en línea, Smith finalmente añadió que su modelo estaba inspirado en la sandalia pakistaní.

Protección de la artesanía india

En respuesta al caso actual, la Cámara de Comercio de Maharashtra anunció que solicitará una patente internacional para las sandalias kolhapuri en el futuro.

En la India, ya existe la llamada etiqueta IG para más de 600 productos: una denominación de origen protegida de una región específica para productos fabricados mediante métodos tradicionales. Un ejemplo destacado de la India es el té Darjeeling, de Bengala Occidental.

Tensiones religiosas, un obstáculo para la artesanía

Si bien los fabricantes indios reciben apoyo político, la violencia por motivos religiosos amenaza la artesanía tradicional, especialmente la adquisición de cuero.

Desde que el partido nacionalista hindú BJP, bajo la dirección del primer ministro Narendra Modi, llegó al poder en 2014, los grupos extremistas se han sentido cada vez más empoderados para reprimir el comercio de vacas, consideradas sagradas en el hinduismo. Los autoproclamados protectores de las vacas atacan repetidamente a quienes transportan o sacrifican ganado.

Los ataques se dirigen principalmente contra musulmanes, acusados de sacrificar ganado o comerciar con carne de vacuno, y contra los “dalits” o intocables, la casta más baja de la sociedad tradicional india, quienes sufren la discriminación.

Y precisamente de la comunidad “dalit” provienen muchos de los artesanos que han transmitido las técnicas de fabricación de sandalias kolhapuri de generación en generación y, por lo tanto, también procesan la piel de vaca. El grupo “Dalit Voice”, que lucha contra la discriminación por casta, origen o profesión, publicó en Instagram: “Las sandalias son más que un simple artículo de moda: representan historia, identidad y resistencia”. Su lema es: “Respeta las raíces”.

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